¡A bajar los decibeles!

Estas semanas nos dedicamos a medir el sonido y a investigar.
En el microcine estuvimos viendo la contaminación auditiva.

Vimos varios videos y sacamos conclusiones de por qué los sonidos fuertes nos hacen mal.

Un video mostraba personas con decibelímetros que median el sonido de los autos, los camiones, los colectivos, las ambulancias, etc. y explicaba la contaminación auditiva en las grandes ciudades.

Los ruidos son sonidos no deseados, ya que exceden los decibeles saludablemente soportables para el oído humano (hasta 55 DB).

Mucho ruido fuerte se nos daña el oído; además, pueden afectarnos otros síntomas: estrés, falta de concentración, insomnio. paros cardíacos...

Estos daños pueden presentarse si estamos expuestos durante mucho tiempo a más de 90 decibeles 

Para cuidarnos de esa contaminación evitemos escuchar música en volumen alto, tocar bocina, no gritemos tan fuerte y si hay mucho ruido nos podemos tapar los oídos con tapones o auriculares especiales.

Al mismo tiempo, hicimos un registro de los decibeles que percibimos todos los días en distintos lugares de la escuela: el comedor, los patios, las aulas... ¡Cuánto ruido!